La Burundanga: Unicómic 2005
La semana pasada se celebraron las séptimas jornadas del cómic de la universidad de Alicante y, como todos los años, era una visita ineludible. Creo que, a parte de las primeras, estas han sido las únicas a las que he podido asistir íntegramente, incluidas juergas nocturnas con los asistentes y escarceos con algunas de las asistentas, ejem.
Para quien no las conozca, son unas charlas que se repiten una vez al año, durante tres días, normalmente en Marzo, a las que asisten diversos autores, editores y demás gente vinculada a los tebeos. Se suelen organizar como mesas temáticas en las que el público participa activamente con preguntas y opiniones y, al final como no, todo el atajo de friki-asistentes abordan a los autores para que les firmen sus obras o les hagan dibujines. Vamos, radicalmente opuestas al saló del còmic de Barcelona, donde básicamente prima el negocio.
Este año pintaba especialmente interesante, empezando con una charla sobre animación con el alicantino Juaco Vizuete, Darío Adanti y Jordi Bayarri, con la asistencia de Laura Vázquez y Federico Rübenacker en la ya clásica mesa sobre historieta Argentina, una charla sobre cómic erótico con Norberto, Carlos Díez, el habitual Rafa Fonteriz y la actriz porno Celia Blanco, y la asistencia de los angloparlantes Mark buckingham, Andy Diggle, Jock y David Finch.
Esa misma tarde Laura y Federico nos presentaron su trabajo común: Historias Corrientes, ni tango ni bohemia, junto a Paco Camarasa, el editor de Edicions de Ponent, uno de los tipos más pedantes y fantasmones que haya tenido la desgracia de cruzarme en mi vida, autopreguntándose constantemente por como se arriesga a publicar esta o aquella obra o seguir tal línea editorial, encantado de escucharse, vamos. Todo lo contrario de Laura y Federico, unos tíos que nada más conocerles ya te dan plena confianza, sencillos y humildes, pero unos monstruos creando obras costumbristas y originales. Nos contaron como su historieta se basa en una conocida calle de Buenos Aires, la calle Corrientes, donde se aglutinan el arte, la cultura y la pobreza a partes iguales; un retrato de la triste realidad argentina, pero también de su inmensa creatividad. Aquella noche, pude comprobar que la impresión que me dieron Laura y Federico había sido auténtica y que Darío Adanti no se quedaba atrás, un tío lleno de humor con el que conversé gratamente sobre rock, cine y tebeos mientras nos tomábamos una birras. Durante la cena, el sector argentino acuñó el término con el cual se conocerán estas jornadas per secula seculorum,
Mark Buckingham nos hizo aquella tarde, un exhaustivo repaso a toda su carrera, prácticamente desde que empezó a tener uso de razón, con lo cual la charla se alargó lo indecible, pero los menos familiarizados con su carrera nos pusimos al corriente y observamos su calidad artística en estupendas diapositivas. Luego nos hizo algunos bellos dibujos y marchamos a cenar.
Esta fue la noche menos buena, la cena fue escasa y larga como un día sin pan, cuando conseguimos salir del restaurante (muy mono pero ya está), los pubs del casco antiguo estaban cerrando, algunos decidieron ir al puerto y otros se marcharon a descansar. Lo más destacable fueron los múltiples sobeteos y cariñitos que me propinó Vicky, una de las modelos de Carlos Díez, que aquella noche estuvo especialmente cariñosa conmigo...
Al día siguiente la mayoría despertamos tarde, con lo cual no pudimos asistir a las proyecciones de la mañana, personalmente solo me dio tiempo a comer e ir al siguiente acto. David Finch no apareció ya que según se comentó cogió el avión Detroit-Madrid, pero no el Madrid-Alicante, algo que luego desmintieron diciendo que ni tan siquiera facturó en el primero. Aunque sospechosamente nadie ha vuelto a saber de él desde entonces, seguiremos investigando. Volviendo al meollo, el repaso que Diggle y Jock hicieron de su carrera fue bastante más breve y conciso que el de Buckingham, dejándonos más tiempo para las preguntas, firmarnos tebeos y pintarnos monigotes, como debe ser. Esa noche ya fue el despiporre, cenamos bien y en cantidad en el precioso restaurante Edmundo, descubrimos en Vicky, Darío Adanti y señora un trío cómico sin parangón, cerramos el pub Cherokee y el Pixies mientras algunos autores seguían firmando dedicatorias y haciendo dibujos a los fans que se les acercaban, sin perder en ningún momento la simpatía (unos fenómenos, si señor).
Luego nos fuimos de after a la sala Stereo a marcarnos unos bailoteos y de nuevo volví a sentir como mis gluteos eran estrujados con avidez por la explosiva Vicky, así que decidí que era el mejor momento de retirarme a casa a dormir la mona y dar por terminado otro estupendo Unicómic lleno de anécdotas (un buen montón me hicieron prometer no publicarlas, se siente).
Un saludo desde Tijuana a todos los Unicomiqueros.
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