jueves, noviembre 10, 2005

Danzig - II: Lucifuge

Glenn Danzig es un artista olvidado, no termino de entender el por qué. No es algo de ahora, de sus últimos discos, si no algo que arrastra desde que empezara su carrera en solitario. Entendería que con sus más recientes LP's, menos asequibles y con un evidente cambio de estilo, la caterva de seguidores más advenedizos hubieran huido, algo que, por otra parte, es cierto que también ha ocurrido (atajo de panda de gentuza sin personalidad). Pero si sabemos que en sus primeros discos llegó a hacer de telonero, en Alemania, de los insoportables Heroes del Silencio, apaga y vámonos.
Sus tres primeros discos son tres perlas negras, oscuras como la noche de todos los santos. Incluso el primero, aún siendo el peor producido y con un sonido bastante pobre, no puede disimular el portento creador que tiene detrás. Estamos hablando del genio creador de dos grupos tan influyentes como The Misfits y Samhain, representantes del punk psicotrónico y el satanismo agresivo respectivamente. Evil Elvis (así también se le conoce), siempre fue un culo inquieto, cuando ha considerado que una de sus propuestas había dado todo de si, la mataba y buscaba otras fuentes de inspiración, este es principalmente el motivo de la corta vida de sus primeras bandas. Así que, logicamente, comenzó una carrera en solitario donde poder decidir en cada momento que rumbo tomar sin dar explicaciones a nadie.
Su primera etapa es antológica, plagada de himnos como Mother, She Rides, How The Gods Kill, clásicos que no faltan en sus directos, pero su mejor disco de aquella etapa fue el segundo. Una obra de luminosa oscuridad bluesy, donde se encuentra una de las canciones más pasionalmente bellas de todos los tiempos Blood And Tears, junto a otras joyas de su carrera como Her Black Wings o Devil's Plaything.
Es cierto que discos como IV: Vorschau o V: Blackaciddevil se hacen dificiles de digerir, pero su sexto y séptimo album han recuperado brio, partiendo ahora de un estilo más metalero y con más arreglos de producción, adrede sobreproducido, vamos. Pero como comentaba antes, así es Danzig, no puede dejar de probar otras cosas (si no escuchad el operístico Black Aria). Lo que poco cambia es su potente voz, en su día fue considerado entre los tres mejores baritonos que ha tenido el rock, los otros dos, por supuesto, fueron Elvis y Morrison. Muy reivindicable.