Bruce Dickinson
Hola amiguitos, hoy os voy a hablar de Bruce Dickinson ¿pero de cual? ¿Bruce Dickinson el escritor? ¿el profesor de historia? ¿el cantante? ¿el campeón olímpico de esgrima? ¿el piloto de Boeings 737 para Astraeus? ¿cual de todos ellos? Pues sorprendentemente todos ellos son el mismo Bruce Dickinson, aunque como habeis supuesto me centraré en su carrera musical. Si es que sois de un perspicaz que me abruma.
Bruce estudió historia en el Queen Mary and Wetfield College de la Universidad de Londres y desde jovencito descubrió su pasión por el Metal (no la siderurgia, si no el Heavy Metal), formó parte de los grupos Styx, Speed, Shots y en 1979 se une a los afamados Samson (curiosamente todos con la S de inicial). Fue un ferviente seguidor de otros grupos de la escena rockera de la época, entre ellos Iron Maiden, a los que veía frecuentemente en directo, ya fuera como fan o al coincidir ambas bandas. Tras dos discos, los Maiden tenían serios problemas con la drogadicción de su cantante, Paul Di'Anno, al que le era imposible mantenerse en pie en algunas actuaciones y Dickinson comenzó a sustituirle gracias a que se conocía todas las canciones y su voz era del agrado del resto de la banda. Hasta que en 1982 entra oficialmente para grabar el aclamado The Number of the Beast. Comenzó así la, para muchos, mejor época de la "Dama de Hierro", que abarcaría los discos Piece of Mind, Powerslave y el directo Live after Death, considerado como uno de los mejores de la historia. Luego llegaría la polémica con Somewhere in Time, sobre todo Seventh Son of a Seventh Son y No Prayer for the Dying, según algunos lo peor de la banda hasta aquel momento. Despues vino el impresionante Fear of the Dark que nos devolvió a los Maiden de los mejores tiempos, pero Dickinson había tomado la decisión de marcharse para hacer cosas nuevas, ya que ultimamente no le convencía el rumbo de la banda. En 1992 estuvo a punto de participar en las olimpiadas de Barcelona como capitán de esgrima que era del equipo inglés, pero sus compromisos con el último tour que hiciera con el grupo no se lo permitió.
1990 TATTOOED MILLIONAIRE
Este disco fue realizado bastante antes de salir de los Irons, y aunque todavía tiene muchas reminiscencias de la banda con la que estuvo tantos años, ya comienza a explorar otros sonidos dentro del rock, algo que se nota sobre todo en temas como el que da nombre al disco o Born in '58 y Gypsy Road que casi suenan a Bryan Adams, el riff acedeciano de Hell on Wheels, la más Maiden Son of a Gun. Y un estilillo muy del rock americano de los últimos 80's: Dive! Dive! Dive, Lickin' the Gun... y una curiosa versión del All the Young Dudes. Buen disco, curioso, aunque todavía lejos de la calidad que llegaría a alcanzar.
1994 BALLS TO PICASSO
¿El mejor disco de Dickinson? Eso dicen. Desde luego la diferencia con el anterior es abismal. Ya fuera de la "Dama de Hierro", se centra obsesivamente en la grabación de este album. Graba continuamente, una y otra vez las mismas canciones, en distintos estudios en distintos lugares del mundo, con diferentes técnicos, buscando un sonido en particular que parece no encontrar nunca. Finalmente, con la salud ya cobrándole factura por el estresante ritmo que mantiene, reune todo el material grabado y se obliga a elegir una versión de cada canción de entre cuatro "finalistas". El resultado es estremecedor, desde que comienzan las primeras notas de Cyclops, ya se percibe que estamos frente a un disco poco usual, dificil de etiquetar, enclavado en un peculiar rock multidisciplinar que bebe a su vez de otros muchos estilos. Sin excesivos alardes de virtuosismo pero con la pasión de quien lo saca todo desde las tripas, si no escuchad Hell No. El momento más cañero de mano de la excelente 1000 Points of Light, las sobrecogedoras baladas Change of Heart y Tears of the Dragon y la sorprendente Sacred Cowboys de atropellado pseudo-rapeo y estribillo demoledor. Imprescindible.
1996 SKUNKWORKS
¿La escasa repercusión de un disco tan trabajado como el anterior hizo que Dickinson se vendiera al Grunge? Cosas peores se dijeron de este disco. Efectivamente es un disco que juega bastante con los estilos más 90's pero no pasa de ser una influencia bien asimilada. A parte hay que tener en cuenta que este disco no se puede considerar totalmente en solitario. Bruce y Roy Z, su fiel colaborador desde el anterior disco, se habían planteado montar una banda paralela, abarcando otros estilos más modernos. Finalmente la cosa no cuajó y apareció como un disco suyo más, aunque estilisticamente es evidente que no lo es. Solo hay que escuchar su voz en un tema como Back from the Edge y las guitarras más cercanas a unos Soundgarden que a cualquier banda de heavy, pero ¿acaso el anterior no supuso ya un cambio considerable? Hay muy buenas canciones en Skunkworks, el single Inertia, la inicial Space Race, que debío suponer un buen susto para mucho cerrado de mollera. Las muy noventeras Headswitch y Octavia... Muy interesante.
Mañana más...
Bruce estudió historia en el Queen Mary and Wetfield College de la Universidad de Londres y desde jovencito descubrió su pasión por el Metal (no la siderurgia, si no el Heavy Metal), formó parte de los grupos Styx, Speed, Shots y en 1979 se une a los afamados Samson (curiosamente todos con la S de inicial). Fue un ferviente seguidor de otros grupos de la escena rockera de la época, entre ellos Iron Maiden, a los que veía frecuentemente en directo, ya fuera como fan o al coincidir ambas bandas. Tras dos discos, los Maiden tenían serios problemas con la drogadicción de su cantante, Paul Di'Anno, al que le era imposible mantenerse en pie en algunas actuaciones y Dickinson comenzó a sustituirle gracias a que se conocía todas las canciones y su voz era del agrado del resto de la banda. Hasta que en 1982 entra oficialmente para grabar el aclamado The Number of the Beast. Comenzó así la, para muchos, mejor época de la "Dama de Hierro", que abarcaría los discos Piece of Mind, Powerslave y el directo Live after Death, considerado como uno de los mejores de la historia. Luego llegaría la polémica con Somewhere in Time, sobre todo Seventh Son of a Seventh Son y No Prayer for the Dying, según algunos lo peor de la banda hasta aquel momento. Despues vino el impresionante Fear of the Dark que nos devolvió a los Maiden de los mejores tiempos, pero Dickinson había tomado la decisión de marcharse para hacer cosas nuevas, ya que ultimamente no le convencía el rumbo de la banda. En 1992 estuvo a punto de participar en las olimpiadas de Barcelona como capitán de esgrima que era del equipo inglés, pero sus compromisos con el último tour que hiciera con el grupo no se lo permitió.
1990 TATTOOED MILLIONAIRE
Este disco fue realizado bastante antes de salir de los Irons, y aunque todavía tiene muchas reminiscencias de la banda con la que estuvo tantos años, ya comienza a explorar otros sonidos dentro del rock, algo que se nota sobre todo en temas como el que da nombre al disco o Born in '58 y Gypsy Road que casi suenan a Bryan Adams, el riff acedeciano de Hell on Wheels, la más Maiden Son of a Gun. Y un estilillo muy del rock americano de los últimos 80's: Dive! Dive! Dive, Lickin' the Gun... y una curiosa versión del All the Young Dudes. Buen disco, curioso, aunque todavía lejos de la calidad que llegaría a alcanzar.
1994 BALLS TO PICASSO
¿El mejor disco de Dickinson? Eso dicen. Desde luego la diferencia con el anterior es abismal. Ya fuera de la "Dama de Hierro", se centra obsesivamente en la grabación de este album. Graba continuamente, una y otra vez las mismas canciones, en distintos estudios en distintos lugares del mundo, con diferentes técnicos, buscando un sonido en particular que parece no encontrar nunca. Finalmente, con la salud ya cobrándole factura por el estresante ritmo que mantiene, reune todo el material grabado y se obliga a elegir una versión de cada canción de entre cuatro "finalistas". El resultado es estremecedor, desde que comienzan las primeras notas de Cyclops, ya se percibe que estamos frente a un disco poco usual, dificil de etiquetar, enclavado en un peculiar rock multidisciplinar que bebe a su vez de otros muchos estilos. Sin excesivos alardes de virtuosismo pero con la pasión de quien lo saca todo desde las tripas, si no escuchad Hell No. El momento más cañero de mano de la excelente 1000 Points of Light, las sobrecogedoras baladas Change of Heart y Tears of the Dragon y la sorprendente Sacred Cowboys de atropellado pseudo-rapeo y estribillo demoledor. Imprescindible.
1996 SKUNKWORKS
¿La escasa repercusión de un disco tan trabajado como el anterior hizo que Dickinson se vendiera al Grunge? Cosas peores se dijeron de este disco. Efectivamente es un disco que juega bastante con los estilos más 90's pero no pasa de ser una influencia bien asimilada. A parte hay que tener en cuenta que este disco no se puede considerar totalmente en solitario. Bruce y Roy Z, su fiel colaborador desde el anterior disco, se habían planteado montar una banda paralela, abarcando otros estilos más modernos. Finalmente la cosa no cuajó y apareció como un disco suyo más, aunque estilisticamente es evidente que no lo es. Solo hay que escuchar su voz en un tema como Back from the Edge y las guitarras más cercanas a unos Soundgarden que a cualquier banda de heavy, pero ¿acaso el anterior no supuso ya un cambio considerable? Hay muy buenas canciones en Skunkworks, el single Inertia, la inicial Space Race, que debío suponer un buen susto para mucho cerrado de mollera. Las muy noventeras Headswitch y Octavia... Muy interesante.
Mañana más...
<< Home